Este artículo argumenta por qué las empresas deben dar prioridad a los esfuerzos de diversidad y equidad, incluso en medio de la COVID-19. Las razones son que las personas de color se ven afectadas de forma desproporcionada, que la inclusión es un antídoto contra la soledad y que los formatos virtuales aún se prestan a los esfuerzos de DEI.