La forma en que experimentaremos el coronavirus se configuró en gran parte antes de la pandemia. Las políticas y los sistemas que hemos heredado han tenido una gran influencia en las condiciones medioambientales de nuestros barrios. Lo que el coronavirus ha hecho exponencialmente más visible son las desigualdades de nuestra economía, los sistemas sanitarios, la fragmentación de los apoyos sociales y la enorme carga que soportan las comunidades nativas y de color.