Este informe ofrece consideraciones para priorizar equitativamente los recursos de las pruebas a las comunidades con mayor riesgo, ya que los estados y los gobiernos locales se enfrentan a la escasez de pruebas y suministros auxiliares. También incluye estrategias a más largo plazo para controlar el COVID-19 una vez que el aumento de casos disminuya para detener los brotes emergentes e identificar nuevas variantes.